PEPITO Y EL GATO

Erase una vez un joven, pepito, quien andaba un poco perdido, desorientado pero también era un poco retrasado.

Al ver que su mandado no lo había entregado por haberse quedado observando aquel gato cantando, aquella labor sele fue olvidando, no podía recordar que cosas tenía que comprar, para poderse acordar el compas del gato tenía que llevar para que poco a poco las ideas le fueran llegando después de dos golpes todo lo fue encontrando y solo se fue quedando , porque sin darse cuenta del gato se fue alejando, cuando se dio cuenta no escucho la orquesta, al despertar en su pieza solo se reía de aquel la experiencia que vivió en su cabeza.

Camilo Ricaurte